En ocasiones los libros sirven para crear el relato, como se dice ahora. Pero siempre lo han hecho: quien escribe la historia y deja testimonio, la está creando. Precisamente esta fue la intención de Cristina Monge y de José Juan Verón cuando pensaron en escribir su libro «La iniciativa social de mediación en los conflictos del agua en Aragón», publicado ahora por Prensas de la Universidad de Zaragoza.
En el primer Encuentro Literario de la Feria del Libro de Zaragoza 2019, Monge y Verón estuvieron acompañados por Ignacio Celaya y por Encarna Samitier, ambos implicados desde sus roles profesionales en los procesos de mediación que surgieron en Aragón para resolver los conflictos entre regantes y ecologistas por las obras del agua en diferentes puntos de la Comunidad Aragonesa.
La experiencia de mediación aragonesa fue pionera y obtuvo resultados positivos en aquellos casos en los que la mediación terminó con éxito, Santaliestra y el Matarraña. De aquellos procesos que no terminaron, los autores también han extraído conclusiones, aprendizajes y, como dice Cristina Monge, cierto «orgullo por lo que como sociedad, hemos sido capaces de alcanzar».
Sin perjuicio del contenido de este episodio importante para la historia aragonesa, «La iniciativa social de mediación en los conflictos del agua en Aragón» nos ofrece una doble visión, la de sus fuentes: por una parte, los protagonistas de los acontecimientos y por otra, los medios de comunicación, especialmente Heraldo de Aragón. Así pues, vemos que la narración de los hechos ya se construyó desde la prensa y sentó un precedente en la historia.
¿Qué nos enseña esta obra?
- Sobre la experiencia, como dice Ignacio Celaya, un aprendizaje es que «en la mediación, primero tenemos que ponernos de acuerdo en los fines y después, en los medios necesarios para lograr esos fines». En este contexto, la mediación tenía que determinar lo que las partes querían hacer con el agua, como primer paso del proceso.
- Además, la mediación exige la participación de un equipo de expertos que garantice la pluralidad y la independencia de las decisiones; sólo así es legítimo el resultado de la mediación.
- Los medios de comunicación pueden «transformar la realidad para bien», lo que quiere decir que la información, las implicaciones personales y territoriales y el enfoque de un conflicto, se hace de forma global, abriendo la mirada.
- Los conflictos complejos requieren soluciones complejas.